A una hora vespertina,
durante un caluroso día de primavera
disfruté de regar mis olivos y viñedo,
en la tierra que me vio nacer.
Ya estaban a punto de desfallecer, y el agua les llegó a tiempo para sobrevivir.
Todos tenemos la necesidad de compartir lo que pensamos, sentimos o disfrutamos. El gozo que sentimos en nuestro interior, las inquietudes que nos motivan, la agradabilidad que nos produce la belleza de los pensamientos, sentimientos y de lo que contemplamos en el entorno donde nos movemos, nos agrada compartirlo, y nos regocija saber que a otros les gusta o les inspira en su vida, y les estimula a compartir sus vivencias. Este blog tiene ese propósito.
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